Que sea más abundante no significa que sea más fácil de obtener.

Aún así, según las cuentas del secretario de estado para la energía, un tal Chu, premio nóbel de física creo recordar, harían falta alrededor de 10000 reactores nucleares para suministrar los 12TW de potencia demandada. Uno nuevo a inaugurar cada día durante los próximos cincuenta años.

Y eso sin contar cómo lo hacemos para que todo funcione con este tipo de energía.

Decidme un sólo vehículo civil propulsado por energía nuclear directamente. Militares hay submarinos y barcos grandes, incluso hay un par de aviones, creo recordar, prototipos ya desmantelados. Grandes, claro.

Pero resulta que alguien se ha inventado una tecnología revolucionaria, 100% renovable en todos los sentidos, barata, eficiente, claramente capaz, y que tecnológicamente está muy avanzada hoy en día. Más que la nuclear. Sirve bara propulsar barcos de muchos calados diferentes, y es capaz de proporcionar velocidades bastante elevadas.

Se llama vela.

Si bien no soy anti-nuclear de fondo, no me parece que sea la tecnología que nos vaya a sacar de este atolladero.

Insisto una vez más que el problema en realidad, no es la energía. Nisiquiera la energía fósil. Es el crecimiento exponencial. Incluso el crecimiento lineal. El crecimiento es en sí el problema.

Respecto de la 'independencia', ciertamente no es totalmente imposible al 100% de una manera legal. Aquí en España, igual que en otras partes, supongo, hay que pagar impuestos al ayuntamiento por el hecho de tener una vivienda o finca rural o un techo bajo el que abrigarse. Y hay que pagar con dinero, de curso legal, y de la moneda oficial (Euros por estos lares).

Es el mínimo que hay que pagar. El mínimo absoluto al cual llegué como conclusión de la independencia absoluta.

Sin embargo, hay otra opción, con dependencia, que es la de vivir en un sitio de alquiler donde puedas pagar de otra manera, como se hacía antes, en especias. Generalmente se pagaba con un 10% (el diezmo) de la cosecha. A veces con más.

Pero dado que esto último no es habitual, ni lo que muchos desamos, entonces el problema, el meollo de la cuestión, es obtener el dinero con el que pagar los impuestos. Municipales, llamados contribución en el área donde vivo.

Para vender comida, hace falta tener una tienda o negocio o montarse como autónomo y tener unas inspecciones de sanidad, cuotas, posibles declaraciones de impuestos, etc, sobre todo si se quiere sacar un sueldo. Eso implica que ya no basta con vender unos pocos quilos de patatas para tener ese dinero, pues ya hay que pagar más debido a la actividad económica.

Aún así, no es nada raro que un pequeño campesino/granjero pueda vender algo de su cosecha (para la carne va a ser algo más difícil) sin tener que declarar nada, siempre y cuando la cantidad de dinero en el intercambio no sea muy elevada. Es decir, seguramente daría para pagar la contribución y el móvil en una tarifa muy barata.

Pero entonces aparecen dos puntos difíciles: sanidad y educación. Por no hablar de la jubilación, que con 41 años que tengo ya doy por perdida.

En según que sitios, como por ejemplo en Cataluña donde vivo, o igual en mi Mallorca natal, va a ser difícil también el tratar con el agua potable. Por suerte, en muchos pueblos sigue habiendo cisternas, pozos y los tejados de las viviendas unifamiliares pueden dar para el uso de boca y algo más. Pero para el regadío, igual hay que comprar agua, quizás el problema no económico más acuciante en estos tiempos y lares.

El asunto de las semillas es conocido para mí, igual que los bancos de semillas de asociaciones sociales que precisamente están velando por este asunto. Por suerte, de cara a la transición, este no creo que sea el punto más problemático.

Y todo esto, descontando muchas cosas que ahora damos por sentado. Hay que pensar en ropa, comida de cosas que no podemos producir, elementos necesarios para seguir trabajando y manteniendo el tema (aperos, herramientas, mantenimiento de edificios), el mantenimiento de los sistemas de energía (las baterías duran lo que duran, y el reciclaje casero es algo completamente desconocido).

Aunque se puede reducir mucho la dependencia, al final hace falta un cierto mínimo de ingreso económico para mantenerse, y eso implica comercio (nada nuevo, es de los fenicios), y eso implica de una manera u otra, impuestos (esto es aún más viejo).

Por otro lado, dado que el catastro es algo municipal, y que se puede ir 'a pie' a cobrar, este es presumiblemente el impuesto más ineludible de todos, pero también dado que a los ayuntamientos muchas veces les importa más el bienestar de su comarca o municipio que lo que suceda a niveles más avanzados, es probable que éstos estén cada vez más receptivos a otros tipos de economía, como las monedas locales.

Esto último además enlaza con otros dos factores importantes: la distancia cada vez más abismal entre la política local (especialmente en pequeños municipios) y la política nacional o continental, que es la que se lleva los grandes impuestos, y el asunto de la energía necesaria para hacer valer la ley (básicamente la recaudación de impuestos y el movimiento de capitales) a grandes distancias. Esto básicamente lo que hace es disgregar las comunidades en regiones cada vez más pequeñas, aumentando la tensión entre los diferentes niveles de gobierno, y cambiar las opiniones, tendencias y soluciones hacia opciones cada vez más locales.

Si añadimos la TRE al párrafo anterior, resulta que cada vez va a ser más difícil el mantener a tanta estructura gubernamental, y no sólo desde el punto de vista económico, si no energético. El resultado es claro: atomización y reducción de las sociedades a pequeñas áreas, mucho más agrícolas, mucho más autosostenibles, y donde el comercio con areas vecinas será bastante más reducido que ahora.

Es posible, probable, que la autosuficiencia sea relativamente fácil. Al fin y al cabo, el primer político al que uno puede ir a pedir explicaciones es al cargo municipal, y el ayuntamiento es el primero que si su localidad empieza a fallar, se queda sin dinero, inoperativo. Por eso, los alcaldes, son mucho más abiertos y receptivos a este tipo de iniciativas como las de transición o las cooperativas integrales. A la primera que éstas aumenten mucho su tamaño, entonces empezarán a aparecer otras tensiones con entes superiores, como los consejos comarcales, los gobiernos regionales (comunidades autónomas), nacionales, supra-nacionales, y por último, a las grandes corporaciones.

Por supuesto, la transición hacia este tipo de economía va a ser la parte difícil, impredecible, y donde resulta muy aventurado discernir los cauces de actuación. Demasiados intereses, y demasiada desesperación.

El lado malo o negativo, es que hace falta una cierta estructura política superior si queremos que cosas que ahora tenemos, como por ejemplo la distribución y producción eléctrica (renovable), los trenes, la telefonía, internet, fábricas de semiconductores, minas (y el transporte del material obtenido), hospitales, universidades, centros de I+D, sigan operativos. Y lo más probable es que la gestión de estas estructuras, difíciles y energéticamente caras de mantener, se dediquen más a su autoprotección, a su enquistamiento y autoconservación, que a proporcionar beneficios sociales. Por ejemplo, igual antes mantienen a un ejército (que los defienda a ellos y que imponga su voluntad) que a la red ferroviaria.

No todo es tan negro como lo pintas, las placas solares de última generación (con métodos modernos de fabricación) se recuperan en 6 meses...

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S2

Ranganok Schahzaman

Entre las vacaciones, el que me he quedado sin router wifi hasta hoy, y que me quería tomar un tiempo para poder contestar sin demasiada carga subjetiva, me ha salido una crítica larguíiiiisima al post anterior de Maese Ranganok. Este link ya lo leí hace algún tiempo, y me pareció interesante al principio, al leerlo en diagonal, pero luego empecé a leérmelo en profundidad y decidí no dedicarle más esfuerzos.

Pero dado que el post ha salido de nuevo, creo interesante ofrecer mi punto de vista personal y subjetivo al respecto. Punto de vista que expreso en un largo texto que adjunto en formato PDF. Ya nos ha ido bien que he dejado esto para después de las vacaciones.

No sus canséis demasiado, que me estoy empezando a poner pesimista. Que aproveche.