Exactamente, a no ser que sea un dispositivo especial (destinado a sanidad), que estos, a parte de las certificaciones, han de pasar la homologación estatal.

S2

Ranganok Schahzaman

Hola,

Yo lo único que conozco es que todo aparato electrónico debe cumplir obligatoriamente una normativa sobre la Compatibilidad Electromagnética (CEM) exactamente directiva 89/336/EEC. De lo que trata que es que tu circuito electrónico este dentro de unos medidas máximas de emisión de campos magnéticos y que la vez resista interferencias del ambiente, acoplamientos...etc

Ahora bien, también te tengo que advertir que para poder medir si lo cumple o no se necesita un Receptor EMI y un analizador de espectros ...que valen una pasta que te mueres. Eso si, lo puedes encontrar en algunas universidades.

Un saludo.

Cuidado, batallita al canto.

Una vez, me retiraron un producto del mercado, porque justo un mes antes de salir al mercado, apareció una ley en el BOE que nadie se leyó (no era mi responsabilidad). Pues bien, el Producto A que servía para X, Y y Z fue retirado, y al poco apareció el Producto B que servía para X e Y, y que tenía dos cambios: se llamaba B, y las instrucciones ya no ponían Z.

Pero resulta que la aplicación Z, según la nueva ley de ámbito español, pero que debía cumplir obligatoriamente ciertas directrices europeas, debía pasar una homologación, al igual que el producto, parecida a los contadores de gas, agua, electricidad (que también necesitan conformidad del gobierno, al igual que los equipos médicos), pero no hubo durante más de un año, ningún Ente Notificado que pudiese homologar ni el producto, ni las instalaciones de la aplicación Z, ni hacer las revisiones bianuales que requería la ley.

En resultas, durante varios años se ha estado haciendo la aplicación Z con productos que sólo sirven para la X y la Y (idénticas excepto en un valor técnico), al margen de la ley, porque no había ningún organismo notificado correspondiente.

Curiosamente, al cabo de muuuchos meses, el único ente que podía hacer esta homologación, fue el Applus. El precio, astronómico, y para colmo, pretendían denunciar a todos aquellos que no habían podido homologarlo en su momento por falta ente notificado, y hacerles pagar una multa.

Resulta que para los tests de las directrices europeas que debía pasar el equipo, en España sólo está el Applus. Y en Alemania, había como un centenar de laboratorios que podían hacer la acreditación de dichas directrices (pero como la ley es de ámbito español, éstas no servían para dicho propósito).

El resultado es que pequeñas empresas que antes solucionaban el tema legal con una instalación de menos de 600€, ahora deben pagar una instalación de más de 2000€, más un impuesto revolucionario, perdón, inspección, de entre 500 y 2000€ cada dos años, o después de cada reparación. Y sólo hecha por los extorsionadores, perdón, por el ente notificado único en España. Y puedo demostrar por reducción al absurdo que esta norma tan severa no sirve para nada. Ni para la presumible protección de los clientes finales a los que en teoría debería proteger, ni para beneficio del empresario propietario (que, por cierto y dicho sea de paso, se presupone culpable, no inocente).

Y es que en el resto de Europa, para la misma aplicación Z, NO HACE FALTA PASAR NINGUNA DE ESTAS DIRECTRICES EUROPEAS. Es decir, el mismo producto hecho en Francia, puede ser vendido en España, si el distribuidor (no el producto) pasa los exámenes pertinentes.

Moraleja: en España somos más papistas que el Papa, y sobre todo, se ve en la normativa un mecanismo de cobro de impuestos y negocio.

Volviendo al tema, dependiendo muy mucho del producto y su aplicación, se le debe aplicar desde el mínimo de la EMI (la citada anteriormente normativa de compatibilidad electromagnética) hasta una inmensa batería de leyes que pueden obligar al fabricante en convertirse en un ente certificado ENAC, con salas adaptadas, etc, etc, etc. Y además, algunas de estas normas te pueden obligar a pasar una normativa diferente de EMI, o de seguridad eléctrica, o incluso ser incompatible con otras normas que por otro lado debe pasar.

Resumiendo: un berenjenal donde un ingeniero tiene más faena legal y burocrática que técnica. De hecho, he tenido más restricciones en mis diseños por imperativo legal que por tecnología propiamente dicha.

efectivamente, he llegado a esa conclusion.

un ingeniero o desarrollador ante un proyecto, debe aprender de leyes, de burocracia, de tonterias varias, o bien gastarse una pasta en pagar a alguien que ya se las sepa...

veo un inconveniente muy grande en el nacer de las nuevas empresas, puesto que por ejemplo, un par de ingenieros recien salidos que tengan una buena idea y tengan ganas de desarrollarla, se verán frenados por la cantidad de dinero que hay que gastarse para adecuarlo todo a la normativa.

yo veo mucho mas dificil hacer todo el papeleo, que hacer un buen diseño de alguna aplicacion....

Pirraca lo normal en esos casos es "arriesgarse" y cuando ya has vendido el productos haces los ensayos. Cuando tengas las desviaciones las corriges para nuevos modelos.