Robots Programables
- Robótica: Es la ventaja más evidente de estos robots programables. Y es que, en una sociedad digitalizada y donde la automatización juega un papel esencial, que nuestros pequeños se familiaricen y tengan un contacto natural con los robots es algo muy deseable.
- Diseño 3D: Gracias a esta posibilidad, los niños también pueden explorar su creatividad visual, sus gustos estéticos y habilidades que están fuera del mundo digital, como la orientación al detalle o la concentración en tareas físicas.
- Programación: Los robots suelen contar con numerosas aplicaciones predefinidas, pero cada vez son más flexibles, de tal modo que los niños pueden aprender nociones básicas de programación para ejecutar nuevas tareas o funciones.
- Pensamiento computacional: Programar un robot requiere dividir un problema básico en partes y secuencializar todas las acciones para alcanzar una solución. Por eso, utilizar robots programables ayuda a estructurar la mente y el pensamiento de los más pequeños.
- Resolución de problemas: Uno de los principios básicos de la programación se basa en la resolución de problemas, un concepto que no se suele abordar demasiado en la educación infantil tradicional. Así pues, el uso de robots que exigen esta forma de pensar puede ser muy útil para que las nuevas generaciones se orienten más a resultados y sean capaces de procesar sus tareas cotidianas -tanto personales como profesionales- como un problema que debe ser superado de la manera más eficiente, creativa y rápida posible.
- Autoestima: Y donde hay un problema a resolver, también hay una gran recompensa. En este caso, los niños obtienen un importante respaldo personal cuando ven que su robot es capaz de ejecutar las tareas que ellos tan sólo podían imaginar en su cabeza.
- Inteligencia emocional: Pero no sólo la autoestima es fundamental en el crecimiento de los pequeños de la casa; también es fundamental que los niños refuercen ciertos procesos cognitivos fundamentales para su desarrollo como los reflejos, la atención o la memoria. Y, lo que es más relevante: trabajar su inteligencia emocional aprendiendo a identificar y expresar sus emociones.
- Atención y memoria: Para conseguir los resultados deseados, los niños deben poner toda su atención en lo que hacen, y como lo hacen muy motivados, al creer que simplemente están jugando, ni se dan cuenta que a la vez están aprendiendo. Y los juegos se memorizan mucho antes y por más tiempo.
- Creatividad: Las posibilidades de personalización externa que ofrece, así como la imaginación que requiere programar nuevas tareas permiten a los más pequeños explorar su creatividad.
- Áreas de conocimiento STEAM: Entre las funcionalidades de muchos robots se encuentran juegos y tareas que ayudan a los niños a aprender conocimientos relacionados con las matemáticas, tecnología, ingeriería, diseño o la física.
Cada vez más padres están descubriendo todos los beneficios que estos robots programables tienen para la educación tecnológica, emocional e intelectual de los más pequeños. No es de extrañar, por tanto, que los robots educativos se hayan convertido en una de las ideas más originales y demandadas para regalar a los más jóvenes de la casa.