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Sensores opticos de presion dan a los robots un tacto más humano

Una piel artificial con sensores ópticos podían ayudar a los robots a tener un tacto más humano.

Los sensores actuales, como los basados en simples conmutadores de presión y resitencias motrices, son limitados en su capacidad de detectar cambios sutiles de la presión y distinguir entre diferentes texturas. La razón principal para ello es que sus cableados y componentes electricos de los que están hechos tienden a ser inflexibles.

Construir un robot con muchos sensores da al robot información adicional util a cerca the qué está tocando y/o manipulando. Sin embargo, colocar un gran número de sensores tradicionales juntos incrementa las posibilidades de interferencias electromagnéticas.

Para evitar estos obstaculos, Jeroen Missinne y sus colegas de la Universidad de Gante en Belgica han desarrollado una “piel” flexible que contiene sensores ópticos.

La piel se compone de dos capas de tiras de polimero perpendiculares unas a otras que forman un entramado. Estas están sepaadas por una fina lámina de plástico. A las tiras de polímero se les suministra constantemente luz, las cuales actuan como fibras ópticas de modo que su geometria produce una reflexion interna y reduce la fuga de luz de su interior.

Cuando se aplica presión en cualquier punto de la piel ocurre que las tiras se juntan y permiten que la luz pase de un conjunto a otro. La detección de esta fuga de luz proporciona un mecanismo de realimentación altamente sensitivo.

Los robots cirujanos ya son capaces de proporcionar cierto grado de sensitividad a los cirujanos humanos. Missinne dice que esto podria mejorar en gran medida si se aplicase esta piel.

Dado que se trata de óptica, las tiras de polímero vecinas no interfieren unas con otras, permitiendo ser agrupadas muy estrechamente (en torno a unos 125 micrometros).

“Estamos ansiosos por disponer de nuevos materiales que permitan a los robots ser capaces de sentir el mundo” dice Chris Melhuish del Laboratorio de Robotica de Bristol (Reino Unido). Es igualmente importante, dice, que la piel artificial ofrezca lecturas de presión que permitan a un robot distinguir entre los diferentes tipos de objetos y diferentes patrones de fuerzas.

Missinne espera que su piel pueda conseguir esto, aunque aún no lo haya demostrado. Éste presentó sus últimos descubrimientos probando que la presión hace que la luz escape de un conjunto a otro de tiras de polímero, en el taller IMEC Flexible and Stretchable Electronics en Gante la semana pasada.

Ahora está trabajando en el desarrollo de un prototipo completo y espera comenzar con más tests detallados para final de año.

Fuente de la noticia: http://www.newscientist.com/article/mg20427366.700-optical-pressure-sensors-give-robots-the-human-touch.html

 

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