En 2100 habrá más autómatas que seres humanos
Las investigaciones de Dorigo o MacLeod son sólo una pequeña parte de las que se realizan en todo el mundo para lograr lo que la ciencia-ficción ya ha conseguido: un robot con forma humana, inteligente, capaz de interactuar con los seres humanos y con habilidad para desarrollar tareas sin ayuda externa. Según la consultora World Robotics, en 2010 habrá casi 10 millones de robots en el mundo y durante la siguiente década se prevé que, por primera vez en la historia, el número de ordenadores supere al de humanos, aunque para que el número de robots supere al de los habitantes de la Tierra deberán pasar dos o tres décadas.
Antes de lograrlo, es necesario experimentar con diferentes clases de robots: brazos mecánicos con el máximo número de grados de libertad, bípedos que mantengan el equilibrio, inteligencia artificial que permita cierta autonomía y reconocimiento del entorno, capacidades colaborativas Por eso es necesario investigar en diferentes campos de manera aislada y, cuando todas esas capacidades estén maduras, se reunirán todas en un solo robot.
“La robótica tiene muchos retos difíciles de conseguir”, afirma Davide Faconti, de la compañía Pal Technology y coordinador en Barcelona del proyecto de robot humanoide REEM. “Pronto veremos más máquinas autónomas sin asistencia humana, pero el futuro con robots humanoides está lejos.”.
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Aspecto humano
Miguel Ángel Salichs, de HispaRob, una plataforma tecnológica española donde se unen empresas interesadas en robótica y que actualmente prepara la Agenda Estratégica de la Investigación de la Robótica en España, matiza las declaraciones de Faconti: “El futuro a largo plazo será de los humanoides, pero más a corto y medio plazo será de las máquinas que no necesariamente tienen un aspecto humano. Donde sí aparecerán más robots será en el entorno doméstico para realizar tareas sencillas, como las aspiradoras robotizadas que ya se venden, y para entretenimiento, una mezcla entre robots sofisticados y juguetes”.
Martín Mellado, investigador del Instituto de Automática e Informática Industrial de la Universidad de Valencia (AI2), es de la misma opinión. El experto calcula en diez años el tiempo que tardarán los humanoides en entrar en las casas: “Cuando entren en el hogar no los va a sacar nadie; será como el ordenador que, cuando llegó, se quedó”. Eso es lo que pretende la española Lola Cañamero, de la Facutad de Ciencias de la Computación de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido). Recientemente ha presentado dos mascotas-robot capaces de desarrollar personalidades únicas cuando interactúan con las personas. Además, está trabajando en una cabeza robótica llamada Erwin que se comunica utilizando expresiones faciales básicas y que podrá ser utilizado como robot de compañía.
Los expertos trabajan ya en robots de compañía
El mensaje de los expertos es, en todo caso, muy claro: los robots no sustituirán al ser humano, sino que son y serán una herramienta capaz de llevar a cabo tareas muy específicas para así facilitarnos la vida.
Ya se está experimentando, de hecho, con brazos robotizados que ayuden a los discapacitados en sus tareas diarias, como el japonés My spoon de la compañía Secom, o el español Asibot, capaz de desplazarse y utilizar ambos extremos para asir objetos. También es el caso del traje robótico HAL (Hibrid Assistive Limb), de la compañía nipona Ciberdyne, un traje con sensores que, adaptado al cuerpo, lee señales del cerebro y ayuda a las personas a caminar, y que ya se puede alquilar en Japón por 2.200 dólares al mes (unos 1.700 euros).
Durante la visita de los Reyes de España a Japón, el pasado 12 de noviembre, se realizó, precisamente, una demostración de este traje robotizado. Fue entonces cuando España consiguió el compromiso de que, a lo largo de 2009, llegara HRP2, un avanzado humanoide capaz de caminar por terrenos irregulares y levantarse desde el suelo.
Además de estudiar y desarrollar robots para la exploración espacial la NASA está desarrollando artefactos para preparar un próximo alunizaje, para el Ejército máquinas voladoras inteligentes, la industria o la medicina, los investigadores también están poniendo una especial atención en la inteligencia artificial. El último paso lo ha dado Adaptive AI, que ha presentado el primer sistema artificial de inteligencia. El SmartAction “es un sistema interactivo de respuesta por voz que podrá ser instalado en robots”, dice Peter Voss, su creador.
Este sistema podría contemplarse en breve si el teatro con humanoides se generaliza, como ocurre con los robots Wakamaru, creados por Mitsubishi, que el pasado 25 de noviembre realizaron la primera obra de teatro experimental de robots y humanos en la Universidad de Osaka (Japón). Toyota ha desarrollado también máquinas capaces de interpretar música. Sólo el futuro desvelará qué será lo siguiente que podrá hacer un robot.
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